12.7.11

Diseño con identidad:

El auge de los tipógrafos jóvenes
                  
Se vienen tiempos movidos en la tipografía chilena, tanto formal como informal. Tras la salida de las micros amarillas en la capital se perdió un patrimonio gráfico importante, algo no menor en un país donde la tradición tipográfica ha estado siempre debilitada. Sin embargo, esta disciplina va en ascenso asumiendo una voz fundamental dentro de la sociedad. 

Por Nicole Aranda
                                                                                                                                                                                 
Palabras, colores y texturas dan forma a la tipografía que se vislumbra en cada rincón del país resaltando la cultura local: está en supermercados, estaciones de metro, en portadas de revistas, almacenes de barrio, en la publicidad de nuestro producto favorito, hasta en el carro de papas fritas. No hay ningún lugar ajeno a ella. Tanto en la capital como en regiones está en auge.


Por lo mismo, Chile se ha convertido en un semillero de tipógrafos, entre los cuales se destaca Diego Quintana (23), quien estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Chile hasta tercer año y quien se ha ganado un espacio dentro de la tipografía nacional trabajando de manera freelance. Su trabajo minuciosamente desarrollado en Fontlab, parte siempre desde una grilla bien sólida. “Siempre he estado obsesionado con la geometría. Y desde ahí son básicamente experimentos de formas hasta encontrar un camino que me vaya gustando”, señala Diego. Aunque a veces bocetea, suele improvisar en su libreta.

Al igual que la mayoría de los tipógrafos chilenos, Diego destaca el ascenso que ha tenido esta disciplina desde hace unos años. “Cada día hay más gente motivada con probar en un tema que por mucho tiempo generaba un poco de distancia porque tipografía se asocia a estudios profundos. Ahora si tú hablas de esto, hay cientos de jóvenes que diseñan fuentes”, señala Diego, y reconoce que “con la tecnología se da más espacio para experimentar y romper un poco las reglas, lo que le da un atractivo totalmente nuevo”.
Bien lo saben las Escuelas de Diseño que están abordando  este tema incorporándolo en sus planes de estudio y facilitando las herramientas para que surjan tipógrafos formales. Algunos en cambio, nacen desde la calle y comienzan experimentando en áreas tan diversas como el graffiti o stencil, manifestando sus disgustos frente a la sociedad o simplemente dejando  mensajes positivos.

Tipografía creada por Diego Quintana: "bravery"

Matías Cabrera (24) estudiante de Diseño de la Universidad del Bío-Bío y ayudante del ramo Tipografía & Escritura, es uno de ellos, ya que complementa la tipografía con el graffiti, arte urbano que realiza desde los quince años.  Lo que mayormente hace son experimentos tipográficos -ya sean latterings, logos o afiches-, porque aún está trabajando en su primera fuente. “Realizar una tipografía es un trabajo arduo, que requiere concentración. No es llegar y hacer lo primero que se te ocurra, tiene que tener sentido la letra con el mensaje”, señala.

Diseñar fuentes experimentando es un requisito fundamental para los tipógrafos, quienes se alimentan de letras. Pero no todo se trata de diseñar, sino de crear un concepto, una identidad. Sin prisa y sin apuro para dejar fluir la imaginación y para que cada textura, cada composición y cada espacio entre caracteres sean lo suficientemente buenas para su lectura, difusión e interpretación de un mensaje.  Es el momento de dejar atrás las típicas fuentes que se utilizan y dejar el favoritismo que tienen la Times New Roman o la Arial frente a nuestros ojos, para pasar a letras con formas nuevas e innovadoras, que nos recuerden a ese bar de la esquina, a un cartel en la feria o a las desaparecidas micros amarillas de la capital: evocando identidad.

Álvaro Guzmán (28) Diseñador Gráfico DuocUC, actualmente trabaja como Dj. en fiestas de la capital. Aun así mantiene su trabajo como tipógrafo de una reconocida marca de ropa juvenil, Rude Boys, y sus trabajos freelance en distintas páginas web. Al igual que Diego y Matías, experimenta antes de realizar cualquier tipografía. “Trato de mantenerme lo más concentrado posible y sin que nadie me presione, porque suelo demorarme varios días en crear algún tipo de letra. Siempre escuchando algo de música”, señala este diseñador. Álvaro también se dedica a pintar graffitis.  “Gracias a la tipografìa he conocido a mucha gente y me he mantenido estable económicamente, no me quejo. La idea es seguir creando y que no se acabe la inspiración, porque cada día nace un nuevo tipógrafo y el trabajo se puede limitar”, vuelve a decir Álvaro mientras realiza un afiche para un concierto de Reggae.

Pero no sólo la tipografía es una cuestión de hombres, sino que también el género femenino ha logrado ganar un espacio dentro de esta área. Basta conocer el trabajo de “Mansas Typas”, un grupo de cinco mujeres egresadas de la Universidad Tecnológica Metropolitana que han sabido conjugar el rol de amigas con la pasión que tienen por las letras. “Las Mansas Typas son las mejores tipógrafas de Chile, no sólo por estar constantemente creando nuevas fuentes, sino por ser atrevidas dentro de un mundo donde abundan los hombres”, señala Geraldine Mena (22), estudiante de tercer año de Diseño en Comunicación Visual en DuocUC. Gery, como le dicen sus amigos, estudió también dos años en la UTEM, conociendo de cerca a este grupo de amigas. Destaca la labor que han hecho estas chicas en cuanto a tipografía y el pie que dan para que más jóvenes con ganas de crear, trabajen y logren refrescar las típicas letras masculinas. “Veo todo lo que están logrando y siento admiración por ellas. Me especializo en ilustración, pero sigo el trabajo que realizan, lo llamativo de sus diseños tipográficos y ese juego de letras que tienen”, señala esta estudiante de diseño.

En un mundo donde la imagen domina, las letras y palabras que se visualizan tienen un ascenso sin precedentes. Están presentes en cada rincón de las ciudades. Jóvenes con opinión están constantemente entregando mensajes. Ven  la tipografía como medio de expresión y ayudan a que esta forma de hacer arte se consolide en el país, a través de sus diseños tipográficos y gracias a la tecnología que permite su masificación.


2 comentarios:

  1. Bacán, el diego quintana y los cabros son muy capos, el quintana hizo el diseño del disco de la ana el 1977, y es terrible capo, al igual que el seven, buena onda, ta bueno esto, un abrazo!

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  2. Estimados, un poco tarde ya. Como ex-directora del proyecto "Mansas Typas" debo aclarar que jamás hemos sido tipógrafas ni hemos desarrollado fuentes más allá de un ejercicio académico. Creo que Geraldine Mena está equivocada en sus apreciaciones (aunque agradecemos mucho el gesto) ya que, los diseños y las tipografías subidas en nuestros contenidos son totalmente de los autores quienes las diseñaron y solo fuimos un canal para difundir la tipografía femenina en Chile en ese tiempo.
    Hoy, el panorama es mucho más versátil y nos pone orgullosas que el espacio construído haya sido un referente y un espacio de discusión para varios estudiantes de diseño.

    ¡Gracias! :)

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