Cada vez más, las empresas chilenas recurren al diseño para vender sus productos en el extranjero. Ya no sólo importa qué se vende sino también cómo se ve. Por eso, diferentes sectores productivos -entre ellos el vino y los alimentos- trabajan con diseñadores expertos en innovación.
La idea es diversificar los productos, crear estrategias de posicionamiento y construir identidad.
Por Josefina Court Pesce y Camila Hernández Linco
Chile cuenta con varios clústers de desarrollo, y uno de ellos es el alimenticio.
Cristián González, diseñador gráfico y tipógrafo, lleva años trabajando en innovación enfocada a esta industria. Entre otras cosas, porque considera que la identidad –a nivel individual y país- está determinada en gran medida por lo que comemos y exportamos.
Cristián dice que, en general, el diseño de alimentos se concibe sólo en términos de branding y packaging. Sostiene que durante mucho tiempo en Chile se pensó que lo que faltaba a los productos era una buena etiqueta. Si bien es cierto, Cristián asegura que también es esencial tomar decisiones estratégicas que le den valor agregado a lo que se ofrece. Y no es que los exportadores chilenos no lo entiendan, pero muchos están centrados en aspectos del negocio tales como la cantidad que venden.
Sin embargo, la cantidad tiene un límite. No así la capacidad de crear nuevos productos y necesidades. “Si exportas uvas, uvas, uvas, falta que alguien les ponga cianuro en Estados Unidos para que no puedas exportar más. Entonces, el diseño permite diversificar la oferta de un mismo producto. Si tienes aceite de uvas, uva deshidratada y así veinte productos, puede haber problemas con alguno pero la industria de la uva sigue intacta”, cuenta el diseñador.
Dentro de este contexto, diversificar la oferta de las exportaciones innovando a través del diseño es una forma en que Chile puede dejar de ser monoproductor y a la vez fortalecer su imagen país.
Otro factor relevante al momento de construir imagen en el extranjero es la capacidad de generar identidad de marca. Y en este sentido, las posibilidades que otorgan las diferentes ramas del diseño son fundamentales al momento de transmitir esta identidad al consumidor.
Matías Court, Senior Export Manager Viña Maipo filial Concha y Toro, es enfático al hablar sobre el tema. “No se trata sólo de una bonita imagen y una apropiada tipografía. Cuando se avanza, por ejemplo, en un nuevo diseño de etiqueta, hay que contar una historia, darle un sentido y un significado. Y esto debe ser comprensible y replicable en todos los mercados del mundo”, señala el Senior Export Manager de esta reconocida viña nacional.
Pero al mismo tiempo, Matías dice que las empresas deben ser sumamente cuidadosas con sus productos; ya que del respeto por la identidad depende su permanencia en el tiempo y la recordación de la marca por parte de los clientes. No se debe actualizar por actualizar, ya que eso no significa en absoluto innovación. “Hay elementos clave que son los orientadores principales, y que si van a ser modificados no se debe pasar a llevar la esencia del producto”, asegura Matías Court.
Además, Court sostiene que desde hace años Chile está trabajando para proyectar una imagen país coherente al exterior. Pero cree que todavía falta mucho para lograr que los productos chilenos sean exitosamente identificados en el extranjero. “Hay marcas chilenas que sí son muy conocidas afuera, pero que no son relacionadas con el país. Es necesario que todas las industrias nacionales se reúnan en torno a un mensaje para dar a conocer a Chile en el resto del mundo”, concluye Matías.
yo como estudiante de ingeniería agrícola estoy de acuerdo con lo que dice el señor Matías Court, debido a que todo los productos que envía Chile hacia el extranjero deberían dar a conocer a nuestro país en lugares lejanos.
ResponderEliminarA su vez en el caso de los vino actualmente se a cambiado la forma de etiquetar los vinos, debido a que hasta hoy ellos solo nombraban la región de donde venían y ahora tendrán que ademas de la región poner al valle que pertenecen, esto porque Chile tienes diferentes viñas repartidas en el país con diferentes climas los cuales afectan en el sabor, textura, aroma y color de esta bebida que a sido uno de los productos que en Chile a crecido mas, tanto para su exportación como consumo país.
Por eso poner los valles de donde provienen las uvas con las cual se hace el vino ayuda a dar a conocer mas partes de nuestro país,lo que conlleva a que si alguien que a tomado el vino y haya leído la etiqueta al venir a Chile tenga el placer de conocer esos lugares que son paisajes hermosos de nuestro país.
Buen artículo. Chile debería crear un marco de fomento y organización de la gran masa de pequeños productores de productos explusivos con el fin de ayudar en la gestion de exportación, crear una imagen país que explote las nociones ya existentes de chile como país exótico, lo cual, a su vez, icidirá en un mayor desarrollo de la industria del turismo (una de las mas rentables a nivel mundial).
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